"La locura y la grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace los dioses lanzan una moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de que lado caerá"
Así definía el rey Jaehaerys la naturaleza Targaryen, la de su propia familia tan antigua y loca como su tierra de origen, una misteriosa isla llamada Valyria destruida por una maldición. Los Targaryen huyeron de ese lugar justo a tiempo para asentarse en Rocadragón, la fortaleza de Poniente más cercana a Valyria. Jaehaerys caló bien a los de su sangre. La tan cacareada 'Sangre del Dragón' puede ser una bendición pero también la peor de las desgracias y es que en su naturaza llevan implícita la locura que puede surgir en cualquier momento. Sin embargo, y a pesar de las barbaridades cometidas por el último rey Targaryen, Aerys II, merece la pena recordar también aquellos reyes y reinas de la Sangre del Dragón capaces de llevar la paz y la prosperidad a Poniente.
Los Targaryen llevan por bandera el pelo plateado y los ojos de violetas a púrpuras en todas sus variantes lo que atestigua tanto su origen antiguo, valyrio, como su 'Sangre del Dragón' y es que esa es su segunda bandera, la que aterroriza a sus enemigos y consiguió subyugar a los 7 reinos de Poniente en uno solo gracias a Aegon I el Conquistador, a sus hermanas (Visenya y Rhaenerys) y sobre todo a sus tres dragones. Sobre todo los Dragones. Son el emblema de la Casa Targaryen y, a veces, han tenido la culpa de llevar a los Targaryen a la locura. O bueno, tan solo de desarrollarla un poco antes.
A lo largo de los 300 años que ha durado el reinado de los Targaryen -hasta que Robert el Usurpador conquistó el Trono de Hierro- muchas han sido las degracias, las guerras fraticidas y los logros de esta familia tan grande como mezquina. Sin los dragones no hubiera sido nada pero es precisamente ese factor y su origen en la misteriosa Valyria lo que confiere a esta familia un halo de divinidad derribado a base guerras y sangre.
Si Aegon I el Conquistador llevó a Balerion, Meraxes y Vhagar, a Poniente Aegon II vio morir al último de los dragones, débil, enfermo y demasiado joven su desaparición se achaca a varios factores: la decadencia de la familia, su manía de mantenerlos encerrados o simplemente el hecho de que fue el propio Aegon, que vio a su madre asada viva por el fuego del dragón de su tío, el que acabó con él. El caso es que con la desaparición de los dragones maravillosos la ruina de los Targaryen estaba más cerca.
Las guerras fraticidas son otra de esas constantes en esta maravillosa familia. La más conocida es la que enfrentó a los Fuegoscuro contra los Targaryen. Los Fuegoscuro eran bastardos legitimados en el lecho de muerte por Aegon IV 'El Indigno' que la lió parda. Además, de ir repartiendo hijos por el mundo les dio autoridad lo que provocó que Daemon Fuegoscuro, el mayor de los llamados Altos Bastardos, reclamara el trono para si dudando de la paternidad de Daeron II, por en esto de los cuernos y tal, también son campeones. Daemon Fuegoscuro sospechaba (bueno, él y medio reino) que Daeron era hijo de Naerys y de Aemon el Caballero Dragón y no del Rey Aerys IV. Todo acabó con la muerte de Daemon en el Campo de Hierbarroja cuando su sobrino Baelor Rompelanzas le derrotó en el campo de batalla.
La relación de los Targaryen con Dorne también merece un capítulo a parte. Primero intentaron conquistarlo por la fuerza de las armas y lo consiguieron. Daeron I apodado El Joven Dragón fuerte y arrogante conquistó el reino del sur con 14 años aunque a los 18 murió defendiéndolo. Perdieron. Dorne fue el único reino que no pudieron conquistar con los dragones y lo que no se consigue por la fuerza se consigue, en esto de la monarquía, con los matrimonios. Daeron II fue lo suficientemente listo como para saltarse la tradición de su familia y no se casó con su hermana sino con una princesa dorniense: Myriah. Para rematar casó a su hermana Daenerys, primera de su nombre (a la segunda la conocemos bien) con el otro príncipe dorniense, Maron Martell. La relación entre los Targaryen y los Martell se alargará en el tiempo... aunque muchos no lo sepan.
A los Targaryen se les acabó el reinado gracias dos personas: Jaime Lannister y Robert Baratheon. El Matarreyes asesinó a Aerys II 'El Rey Loco' un rey de esos que son 'angelicos'. Estaba como una cabra. Obsesionado con el fuego le dio por quemar vivos a sus enemigos y después a los súbditos. Entre los que cayeron Lord Rickard Stark padre de Ned, lo que provocó las iras de la Casa Stark y en última instancia el levantamiento junto con los Baratheon. Este punto sirvió para que Robert se cargara a Rhaegar, el heredero y presumiblemente un buen Rey. Pero este, merece un capítulo a parte.
Aerys II no estaba dispuesto a rendir Desembarco del Rey así que encargó a los piromantes (por los que sentía devoción) que le prepararan un gran estanque debajo de la capital lleno de fuego valyrio para quemar la ciudad en vez de rendida. Por supuesto, todo ardería con los habitantes dentro. Por suerte, Jaime atravesó el corazón del Rey por la espalda.
Rhaegar tenía hijos, pero los mataron a todos cuando los Lannister entraron en la Fortaleza Roja ya que Aerys quiso que se quedaran para mantener a los dornienses de su lado. También tenía dos hermanos que consiguieron salvarse Viserys y Daenerys. El mismo aspecto físico estándar de los Targaryen: pelo plateado y ojos violetas, en todo lo demás, nada que ver. Igual que en el resto de sus predecesores la locura y la grandeza caminan de la mano y eso es lo que hacen estos dos en su exilio en Pentos. Viserys quiere recuperar el trono que le corresponde pero padece esa arrogancia loca de los Targaryen mientras que su hermana es justa y dulce. La vende para casarla con Khal Drogo, el más poderoso señor de los caballos y ella contrae matrimonio. Viserys no consigue lo que quiere y acaba 'coronado' con oro y muerto. Daenerys se convierte en la única heredera al Trono de Hierro y la última Targaryen. También se convierte en la 'Madre de los Dragones' el día en que entra en la pira junto al cadáver de su marido, una bruja y los huevos del dragón. El cadáver de su marido no sale, la bruja tampoco pero ella está ilesa y con tres dragoncitos a su alrededor.
Ella continúa con sus dragones en su exilio nómada por todo el mundo conocido mientras busca tropas, barcos y espera a que sus dragones crezcan para poder cruzar el Mar Angosto y tomar el Trono de Hierro. Al fin y al cabo es su heredera legítima.